La presión ideal en presoterapia suele situarse entre 30 y 120 mmHg, según el objetivo: drenaje, piernas cansadas, recuperación muscular o tratamiento estético. La regla sencilla es: empezar con una presión baja, aumentar progresivamente y, sobre todo, adaptarla al confort y al perfil del usuario. Una presión demasiado alta puede comprimir los vasos y reducir la eficacia, mientras que una presión demasiado baja puede no generar ningún efecto.
Para recordar:
- La mayoría de sesiones efectivas se sitúan entre 50 y 90 mmHg.
- Una presión superior a 120 mmHg se vuelve incómoda y rara vez útil.
- La presión debe estar siempre adaptada al objetivo y a la zona tratada.
¿Por qué la presión es determinante?
La presoterapia actúa mediante una compresión secuencial que impulsa la linfa y la sangre hacia la parte superior del cuerpo. Para que esta acción sea eficaz:
- la presión debe ser suficiente para movilizar los fluidos,
- pero nunca excesiva, ya que podría comprimir los vasos linfáticos y bloquear el drenaje.
Una presión bien ajustada garantiza el equilibrio entre eficacia, seguridad y confort.
¿Cómo elegir la intensidad de presión?
En función del objetivo
Aquí tienes una síntesis clara para identificar la presión adecuada según cada necesidad:
| Objetivo | Presión recomendada | Por qué |
| Drenaje linfático | 30–50 mmHg | Presión suave que respeta los vasos superficiales |
| Piernas pesadas / retención de líquidos | 50–70 mmHg | Estimula el retorno venoso sin exceso |
| Celulitis y estética | 60–90 mmHg | Compresión más tónica para movilizar los tejidos |
| Recuperación deportiva | 80–120 mmHg | Favorece la eliminación de toxinas musculares |
Una presión ajustada al objetivo optimiza los resultados desde las primeras sesiones.
Adaptar la presión según tu perfil de usuario
La presión ideal nunca es exactamente la misma para todo el mundo. Depende del nivel de costumbre, la comodidad personal y la sensibilidad circulatoria o cutánea. El objetivo es siempre el mismo: encontrar una intensidad que estimule la linfa sin causar molestias.
Principiantes : presión suave (30 a 50 mmHg)
Para una primera sesión, el cuerpo debe adaptarse al ritmo de compresión. Las presiones suaves permiten:
- mejor tolerancia,
- un drenaje progresivo pero eficaz,
- acostumbrar al cuerpo sin molestias.
Una presión demasiado alta al inicio puede generar sensación de “piernas apretadas”, lo que bloquea la circulación en lugar de ayudarla.
Usuarios regulares : presión intermedia (60 a 90 mmHg)
Cuando el cuerpo ya está habituado a la compresión:
- la presión puede aumentar,
- el efecto de drenaje es más marcado,
- los resultados estéticos (firmeza, desinflamación) aparecen más rápido.
Esta franja es ideal para la mayoría de usos no deportivos.
Deportistas : recuperación intensa (80 a 120 mmHg)
Los deportistas acostumbrados a la compresión muscular suelen elegir presiones mayores para:
- favorecer la eliminación de desechos metabólicos,
- reducir el dolor post-esfuerzo,
- acelerar la recuperación.
⚠️ Importante: superar los 120 mmHg no aporta beneficios adicionales y puede comprimir los tejidos en exceso.
Dato clave: La franja de presión más eficaz para la mayoría de usuarios se sitúa entre 50 y 90 mmHg.
Adaptar la presión según la zona tratada
Piernas : la zona más compatible con presiones altas
Las piernas soportan presiones de hasta 120 mmHg porque:
- los músculos son más voluminosos,
- los vasos profundos son más resistentes,
- la linfa circula más lentamente.
Es la zona más tratada en presoterapia.
Brazos : zona sensible que requiere presión más baja
Los brazos son más sensibles debido a:
- piel más fina,
- nervios más superficiales,
- cámaras de compresión más pequeñas.
Presión ideal: 30 a 60 mmHg.
Abdomen : uso más delicado y presión mínima
El abdomen debe comprimirse suavemente:
- presión recomendada: 20 a 35 mmHg,
- la zona está cerca de los órganos digestivos,
- la sensación es más intensa.
Los riesgos de una presión mal ajustada
Aunque la presoterapia es una técnica suave, una presión inadecuada puede reducir su eficacia o causar molestias. El objetivo es permanecer en una zona efectiva pero no excesiva, respetando siempre las sensaciones del usuario.
Presión demasiado alta : pérdida de eficacia y molestias
Contrariamente a lo que se podría pensar, una presión elevada no mejora la sesión. Puede:
- comprimir los vasos en lugar de estimularlos,
- limitar el flujo linfático,
- provocar hormigueo o entumecimiento,
- hacer el masaje incómodo.
En casos extremos, puede generar estasis circulatoria y volver la sesión contraproducente.
Presión demasiado baja : efecto mínimo
Una presión inferior a 25–30 mmHg suele ser insuficiente. No genera la fuerza necesaria para movilizar la linfa:
- el drenaje es pobre,
- las piernas siguen pesadas,
- el efecto estético es casi nulo.
La presión correcta es aquella que crea una compresión perceptible pero nunca dolorosa.
Checklist práctico :
- Comenzar con una presión suave y aumentarla progresivamente.
- No superar nunca tu umbral de confort, incluso en recuperación deportiva.
- Reducir la presión si aparecen hormigueos, piernas rígidas o sensación de compresión excesiva.
Presión y modos de funcionamiento : ¿cómo combinarlos?
Los aparatos de presoterapia ofrecen varios modos, cada uno influyendo en la presión recomendada.
Modo secuencial : el más versátil
Este modo infla las cámaras una por una.
- ideal para drenaje y piernas pesadas,
- presión recomendada: 40 a 80 mmHg,
- efecto natural, similar a un masaje manual.
Modo continuo : compresión más intensa
Todas las cámaras permanecen infladas al mismo tiempo:
- ideal para recuperación deportiva,
- presión recomendada: 80 a 110 mmHg,
- no recomendado para personas sensibles.
Modo ondulatorio : subida y bajada progresiva
Imita un masaje en forma de ola:
- presión recomendada: 50 a 70 mmHg,
- perfecto para relajación y confort general.
Modo doble onda : acción reforzada en los tejidos
Dos puntos de compresión simultáneos crean un efecto de bombeo más fuerte:
- presión recomendada: 60 a 90 mmHg,
- especialmente útil para celulitis y remodelado.

¿Cómo elegir la presión adecuada para tus sesiones?
Para obtener los mejores resultados en presoterapia, es esencial ajustar bien la presión. Una intensidad correcta permite mejorar la circulación, reducir la retención de líquidos, aliviar las piernas pesadas y favorecer la recuperación deportiva. Una presión mal ajustada puede reducir la eficacia o generar incomodidad.
Las franjas de presión esenciales
| Objetivo | Presión recomendada | Notas importantes |
| Drenaje linfático | 30–50 mmHg | Presión suave, ideal para principiantes |
| Piernas pesadas | 50–70 mmHg | Activa la circulación sin sobrecargar |
| Celulitis / estética | 60–90 mmHg | Acción más tónica sobre los tejidos |
| Recuperación deportiva | 80–120 mmHg | Recuperación profunda tras el esfuerzo |
La mayoría de usuarios obtiene los mejores resultados entre 50 y 90 mmHg, una franja que combina eficacia y confort. Superar los 120 mmHg casi nunca es útil y puede comprimir los tejidos en exceso.
¿Cómo optimizar cada sesión?
Para garantizar un resultado óptimo:
- Ajusta la presión según tu perfil (principiante, regular, deportista).
- Observa las sensaciones: una buena compresión nunca debe doler.
- Combina la presión adecuada con el modo adecuado.
- Sé constante: la presoterapia es más eficaz utilizándola 2 a 4 veces por semana.
La presión perfecta: una cuestión de equilibrio
La mejor presión no es la más alta, sino la que respeta la fisiología de tu cuerpo. Una presión suave puede ser más eficaz que una demasiado intensa, ya que estimula el drenaje sin bloquear los vasos. El objetivo es encontrar tu “zona óptima”: una presión perceptible, progresiva y perfectamente tolerada.


