Después de una sesión de drenaje linfático, surge muy a menudo una pregunta: ¿a dónde va realmente el agua movilizada durante el masaje?
La respuesta es simple y directa: se reintegra progresivamente a la circulación y luego es eliminada de forma natural por el organismo, principalmente a través de los riñones, aunque no únicamente.
Comprender este mecanismo permite entender mejor los efectos del drenaje, evitar ciertas ideas erróneas y optimizar los resultados, especialmente en casos de retención de líquidos, piernas pesadas o hinchazones localizadas.
A tener en cuenta:
- El agua movilizada por el drenaje linfático no se «almacena» en otra parte
- Se integra nuevamente en la circulación sanguínea antes de ser eliminada
- Los riñones desempeñan un papel central en su evacuación
El papel del sistema linfático en la gestión de los líquidos
El sistema linfático es una red paralela a la circulación sanguínea. Su función principal es:
- Drenar el exceso de líquido intersticial presente entre las células
- Transportar ciertas toxinas, desechos metabólicos y proteínas
- Apoyar el sistema inmunitario
A diferencia de la sangre, la linfa no circula gracias a una bomba como el corazón. Avanza lentamente gracias a las contracciones musculares, la respiración y los estímulos externos, como el masaje de drenaje linfático.
Cuando este sistema funciona de forma lenta, el agua tiende a estancarse en los tejidos, lo que puede provocar:
- Hinchazones
- Sensación de pesadez
- Edemas localizados
- Aspecto de piel de naranja más marcado
El drenaje linfático actúa precisamente en este nivel, reactivando la circulación de la linfa.
¿Qué ocurre concretamente durante un drenaje linfático?
Durante una sesión, el profesional aplica presiones suaves, lentas y rítmicas que siguen el recorrido natural de los vasos linfáticos. Este gesto mecánico tiene varios efectos fisiológicos:
- Desplaza el exceso de líquido hacia los ganglios linfáticos
- Facilita el retorno de la linfa hacia las venas
- Reduce la presión ejercida sobre los tejidos circundantes
Contrariamente a una idea común, el drenaje no “rompe” las células grasas ni hace desaparecer el agua de forma mágica. Simplemente ayuda al cuerpo a hacer lo que ya sabe hacer, pero que a veces realiza de manera menos eficaz.
Una vez reintroducida en la circulación, la linfa se dirige hacia zonas clave donde puede ser tratada y filtrada.
¿A dónde va el agua después de la sesión?
Una vez movilizada, el agua sigue un recorrido muy preciso:
- Se reintegra en la circulación sanguínea
- Luego es filtrada por los riñones
- Se elimina principalmente a través de la orina
Por eso es habitual notar:
- Un aumento de las ganas de orinar tras la sesión
- Una sensación rápida de descongestión
- Una disminución visible de las hinchazones
👉 De media, una parte del agua se elimina en las 24 a 48 horas posteriores al drenaje, según el metabolismo, la hidratación y la actividad física.
En algunos casos, una pequeña fracción también puede eliminarse mediante la sudoración o las heces, aunque estas son vías secundarias.
¿Por qué a veces se tiene la sensación de hincharse después de un drenaje linfático?
Tras un drenaje linfático, algunas personas perciben una sensación temporal de hinchazón o una ligera molestia. Esta reacción es frecuente y, en la mayoría de los casos, completamente normal.
Cuando el agua se moviliza, vuelve a circular por el organismo antes de ser eliminada. Este tiempo de adaptación puede dar la impresión de que el cuerpo sigue reteniendo líquidos, cuando en realidad está en fase de ajuste.
Varios factores pueden explicar esta sensación:
- Un sistema linfático muy ralentizado al inicio
- Una hidratación insuficiente después de la sesión
- Una alimentación rica en sal o en alimentos ultraprocesados
- Falta de movimiento en las horas posteriores
En este contexto, el agua no se almacena de forma duradera. Simplemente está en tránsito hacia los órganos encargados de eliminarla.
Dato clave: la mayor parte del agua movilizada por el drenaje linfático se elimina en un plazo de 24 a 48 horas.
¿Cómo facilitar la eliminación del agua después de una sesión?
Para ayudar al cuerpo a eliminar eficazmente los líquidos que han vuelto a circular, bastan algunos gestos sencillos:
- Beber agua de forma regular después de la sesión
- Caminar al menos 15 a 20 minutos durante el día
- Evitar la ropa demasiado ajustada
- Limitar el alcohol y la sal el mismo día
Estas acciones apoyan el trabajo de los riñones y aceleran el proceso natural de evacuación.
¿Por qué vías se elimina el agua del drenaje linfático?
Una vez reintroducida en la circulación, el agua movilizada por el drenaje linfático se elimina por varias vías naturales. La principal es la vía urinaria, aunque no es la única.
La eliminación por los riñones (vía principal)
Los riñones desempeñan un papel central en este proceso. Filtran la sangre de manera continua y regulan el equilibrio hídrico del organismo. Cuando el drenaje aumenta temporalmente el volumen de líquido circulante, los riñones adaptan su funcionamiento.
Resultados frecuentes tras una sesión:
- Aumento de la frecuencia urinaria
- Orina más clara
- Sensación progresiva de ligereza
Esto indica que el cuerpo responde correctamente al drenaje.
Las vías secundarias de eliminación
En menor medida, el agua también puede eliminarse a través de:
- La sudoración, especialmente en caso de actividad física o calor
- El tránsito intestinal, gracias a una mejor hidratación de las heces
Estas vías son secundarias, pero contribuyen al equilibrio global de los líquidos.
¿Por qué algunas personas eliminan más rápido que otras?
La velocidad de eliminación depende de varios factores individuales:
- El estado del sistema linfático
- El nivel de hidratación
- La actividad física
- El funcionamiento renal
Una persona sedentaria o poco hidratada suele eliminar más lentamente que una persona activa.
¿Cómo saber si el drenaje linfático ha funcionado correctamente?
Algunos signos indican que el agua movilizada por el drenaje linfático se está eliminando de forma adecuada. Suelen aparecer en las horas o días posteriores a la sesión.
Los signos más frecuentes son:
- Aumento de las ganas de orinar
- Sensación de ligereza en las piernas o el abdomen
- Disminución visible de las hinchazones
- Mejor confort digestivo en algunas personas
Estos efectos confirman que el organismo ha retomado correctamente su función de regulación de los líquidos.
Checklist práctica:
- Beber agua regularmente durante las 24 horas siguientes
- Caminar o moverse suavemente después de la sesión
- Evitar comidas demasiado saladas el mismo día
En resumen: ¿a dónde va el agua del drenaje linfático?
El agua desplazada por el drenaje linfático no desaparece ni se almacena en otra parte. Sigue un circuito fisiológico natural:
- Movilización en los tejidos
- Retorno a la circulación sanguínea
- Filtración por los riñones
- Eliminación principalmente a través de la orina
Este mecanismo explica por qué el drenaje linfático proporciona una sensación rápida de descongestión, sin ser un método de pérdida de peso en sentido estricto.
Cuando se practica de forma regular y se acompaña de una buena higiene de vida, el drenaje linfático se convierte en un verdadero apoyo para el sistema linfático, ayudando al cuerpo a gestionar de manera más eficaz el exceso de líquidos.
